Acabo de comprobar, una vez más para mi desgracia, que existe otro mundo mejor y yo no vivo en él. Hoy repusieron el papel higiénico de la oficina y por primera vez tuve la posibilidad de una experiencia sensorial distinta, el papel higiénico Scott no sólo estimula la visual con sus dulces perritos celestes, si no que posee una textura digna del culo de Máxima Zorraguieta -como sea que se escriba- o del mismísimo Príncipe de Gales.
A partir de hoy mi vida a cambiado, el papel higiénico ha dejado de ser simplemente eso: papel higiénico, para convertirse en un lujo principezco. ¡Pobre del Campanita Texturizado que habita en mi baño, Oh pobre del papel Higienol Classic, que tristes miran de reojo al Scott, sabiendo que en el fondo ellos son una mierda!
Viaje de Soma is Back
jueves, 8 de febrero de 2007
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