Desde muy pequeñas las mujeres han sido instruídas o distraídas con cuentos de hadas. Podemos citar muchos, pero Cenicienta es un ícono maravilloso, también está la Bella Durmiente que no necesita hacer más que la muertita para que la vengan a “tomar”, o Rappunzel que sólo debe trenzar sus cabellos para que el otro trepe sobre ella, pero eso da más para teorías de perversiones varias…
El hecho de deber ser hacendosas, sumisas, esperanzadas, instruídas puertas para adentro pero desconocidas, glamorosas y bellas damas en sociedad nos ha marcado.
El legado es que va a venir un gran hombre ha rescatarnos, sólo debemos esperar juntando las cenizas, para perdurar eternamente juntos. ¿Pero a qué costo?
Siendo sumisas, esperanzadas, bondadosas, instruídas y glamorosas sin importar si el otro está cuerdo, es bueno, es feo, es infiel; lo importante es que “vivieron felices y comieron perdices”, eternamente…
Así, hombres y mujeres, se han soportado mutuamente abusos de todas clases: económicos, físicos, psicológicos y para no ser tan tremendistas aburrirse soberanamente cuando el otro ya no tiene punto de conexión con uno; porque admitámoslo a veces uno no crece al mismo ritmo que el otro.
¿Porqué se perpetúa eternamente este modelo?, porque son las mujeres que siguen refugiándose en este mundo rosa las que crían a más niñas y niños; los padres que mucho deberían tener que ver en la crianza de los pequeños tratan de advertirles, sobre todo a los machotes, de modo muy poco pedagógico que la vida no es así…pero como el cuento rosa genera mucho más merchandising que una bombacha con la inscripción “Cenicienta nos cagó el cerebro” se ven impotentes frente a una megaindustria del amor eterno: cuentos, novelas, muñecos, hasta juegos de la vida donde todos nos casamos y tenemos hasta 6 hijitos!!!!!
Celebro que haya parejas duraderas, que haya gente a la que le haya funcionado el encontrarse y crecer juntos, pero amigo…tengo una mala noticia, no siempre es así.
Algunos de nosotros nos revelamos ante el costo que es necesario pagar.
¿Y qué pasa si algunos de nosotros no servimos para perpetuar el modelo?
¿Qué pasa si somos egoístas?
El modelo de encuentro debería cambiar, debería ser particular y puntual, ajustado a cada uno de nosotros por el tiempo que nos brinde placer y crecimiento, con la única premisa de tratar de transitar sin lastimar al otro innecesariamente; obviamente uno no lo maneja demasiado, a veces el dolor se causa sin que uno quiera y se lo causan sin que uno quiera. Por eso el diálogo con uno y con el otro es tan importante.
Por eso…te invito a quemar jugueterías para desterrar a todas esas malditas muñecas que amenazan a las próximas generaciones…
Si tenes sobrinas no les permitas mirar dibujitos…
Eso sí, a mi ahijada le traje de La Maison Disney de Champs Elyséss un moñito de Blancanieves que le queda precioso…total las dos ya estamos perdidas…
Gaia actriz invitada de Berenjena Nunca Más
viernes, 20 de julio de 2007
viernes, 13 de julio de 2007
Botones eran los de antes.
Nada más placentero que apretar ese generoso pedazo de plástico contra el resorte que activaba el mecanismo de nuestro radio grabador, o la habilidad que demandaba apretar play en la casetera A y rec más play al mismo tiempo en la casetera B, para grabar ese tema que tanto te gustaba. Ni hablar de la palanca que movilizaba el brazo de la púa del tocadisco, para que suene el long play de xuxa, sobre cuya tapa había estampado un beso de lápiz labial hecho por mi boca ingenua. La tecnología avanzó, y con ella las muecas de incomprensión de los adultos, cuando nosotros los niños manejábamos el control remoto de la tele color recién estrenada, o de la video grabadora de cuatro cabezas!!!! la última del mercado, mientras ellos se levantaban del sillón a bajar el volúmen o a apretar un botón. Los botones han sido siempre un elemento muy importante en mi vida. Los "botonitos" como me gusta llamarlos son esencialmente mi adicción, se podría decir que sufro de botonimia o botomanía, es simple, las cosas sin botones no me gustan. Me gustan que sean multifuncionales, es decir, que abunden los botones, el de play, el de pausa, el de stop, el de grabar, el de adelantar y el de retroceder, el de mute, el de encendido, el del karaoke, y todos los más posibles. Con el advenimiento de los reproductores virtuales (windows media, winap) la cosa cambió y me reemplazaron por una forma aparente de botón, aunque manteniendo la forma, siento que no me decepciona tanto, sublimo mi ansiedad apretando reiteradas veces el botón del maouse, pero bue .. son botones virtuales, qué se yo, botones al fin.La debacle definitiva vino ayer. Adquirí un nuevo adminículo, un mp3, muy lindo, muy fashion, muy moderno, muy mp3, muy ... carente de botones, sólo trae un botón.......... Un Botonnnnnnnn!!!!!!! y una especie de palanca atrofiada carente de crecimiento que actúa de monocomando multifuncional!!!, no sólo no trae botones, trae una palanca, que ni merece llamarse palanca sino "cosita simil palanca" casi como un complejo de palanca, una palanca atrofiada, que depende hacia dónde la mueva o cuánto la presione y cuánto tiempo la presione hace una u otra cosa, todo resumido en un maldito visorsito, que por lo menos tiene la decencia de cambiar de color cada tanto. Ustedes pensarán que exagero, pero yo, una confiesa adicta a los electrodomésticos con botonitos, rueditas y cablecitos, no puedo andar por la vida con un coso que tiene un sólo botón y una palanca de cuarta, necesito luces, colores, y sobre todo botones.Qué se yo, me parece que estamos medio involucionando, un día vamos a comprar un reproductor que no tenga botones, ni palanca, ni pantalla, te lo van a insertar en el orto y para accionarlo vas a tener que apretar las nalgas.No sé, botones eran los de antes.
Viaje de soma quiere sus botones de vuelta. ¿Podré exigir que me reembolsen la diferencia por los botones adeudados?
Viaje de soma quiere sus botones de vuelta. ¿Podré exigir que me reembolsen la diferencia por los botones adeudados?
¿Mi vecina será feliz?
De un tiempo a esta parte he notado que el mundo se para en determinadas circunstancias.
Un tsunami sensibiliza a miles de personas que consumen productos de Indonesia.
La caída de un edificio (o dos) re significa una fecha, sin importar si es o no el cumpleaños de alguien.
Y acá, al sur del mundo, el país se para cuando once personas corren tras una pelota, técnicamente diez, ya que si el onceavo corriera generaría problemas coronarios a miles e insultos múltiples.
No crean mis amigos que no me gusta el fútbol, no, de hecho, recuerdo haberlo jugado en mi infancia (hasta me jacto de ello).
Pero pasión, así, lo que se dice pasión, no.
Tampoco anti argentino mis amigos. No confunda. Yo alfajores de maicena y ravioles cualquier día de la semana. Pero bueno, no me dispersen.
El silencio previo me llamo la atención, fue lo primero que note, no duro mucho, es cierto, pero estuvo ahí. Medio segundo después, mi vecino hace vibrar, como si no hubiera un dios (o un consorcio de vecinos) los vidrios de mi cocina al grito de “vamos carajo”.
Si mis amigos. No basto apagar el TV o poner música, no, porque relatores queremos ser todos (y acróbatas del circo de solei, pero esa es otra historia) y mi vecino era feliz, y se metió entre mi te y yo a confirmármelo.
No fueron los improperios contra el arbitro, ni los alaridos extasiados, no.
Yo hace mas de seis años que vivo en el mismo departamento. Lo que mas me llamo la atención es el hecho de que nunca, en todo ese tiempo, escuche a mi vecino gritar un orgasmo. Ni siquiera mencionarlo.
No puedo mentirles. Mañana por la mañana, en cuanto vea a mi vecina, yo le sonrío (el consolador que se lo compre ella).
Cada cual con su pasión. Yo me quedo con las mías.
Cuzco
Un tsunami sensibiliza a miles de personas que consumen productos de Indonesia.
La caída de un edificio (o dos) re significa una fecha, sin importar si es o no el cumpleaños de alguien.
Y acá, al sur del mundo, el país se para cuando once personas corren tras una pelota, técnicamente diez, ya que si el onceavo corriera generaría problemas coronarios a miles e insultos múltiples.
No crean mis amigos que no me gusta el fútbol, no, de hecho, recuerdo haberlo jugado en mi infancia (hasta me jacto de ello).
Pero pasión, así, lo que se dice pasión, no.
Tampoco anti argentino mis amigos. No confunda. Yo alfajores de maicena y ravioles cualquier día de la semana. Pero bueno, no me dispersen.
El silencio previo me llamo la atención, fue lo primero que note, no duro mucho, es cierto, pero estuvo ahí. Medio segundo después, mi vecino hace vibrar, como si no hubiera un dios (o un consorcio de vecinos) los vidrios de mi cocina al grito de “vamos carajo”.
Si mis amigos. No basto apagar el TV o poner música, no, porque relatores queremos ser todos (y acróbatas del circo de solei, pero esa es otra historia) y mi vecino era feliz, y se metió entre mi te y yo a confirmármelo.
No fueron los improperios contra el arbitro, ni los alaridos extasiados, no.
Yo hace mas de seis años que vivo en el mismo departamento. Lo que mas me llamo la atención es el hecho de que nunca, en todo ese tiempo, escuche a mi vecino gritar un orgasmo. Ni siquiera mencionarlo.
No puedo mentirles. Mañana por la mañana, en cuanto vea a mi vecina, yo le sonrío (el consolador que se lo compre ella).
Cada cual con su pasión. Yo me quedo con las mías.
Cuzco
jueves, 12 de julio de 2007
El día en que me convertí en adulto
El día que me convertí en adulto sin darme cuenta, ni buscarlo, ni siquiera desearlo, dije lo siguiente:
- Cuando salen del colegio tienen que llevar el uniforme prolijo, porque afuera representan a la institución
- Esto les resulta pesado ahora, pero en realidad los va a beneficiar en el futuro- Siéntese derecho, el pupitre no es una cama
- El fin de semana después de limpiar e ir al supermercado tengo que corregir 46 actividades del día y 10 trabajos prácticos, creo que odio el momento en el que dije “esto es para entregar” (nunca más diré esa frase nunca nunca nunca)
- Profe ¿a dónde va a bailar? .... - no voy a bailar ..... (silencio angustioso con cara de pena) ... - pero no es tan vieja!
Esto de jugar a ser docente me está quitando progresivamente la juventud, algunos sostienen que la había perdido antes, otros que simplemente exagero. Yo creo que simplemente soy boba.
Viaje de Soma
- Cuando salen del colegio tienen que llevar el uniforme prolijo, porque afuera representan a la institución
- Esto les resulta pesado ahora, pero en realidad los va a beneficiar en el futuro- Siéntese derecho, el pupitre no es una cama
- El fin de semana después de limpiar e ir al supermercado tengo que corregir 46 actividades del día y 10 trabajos prácticos, creo que odio el momento en el que dije “esto es para entregar” (nunca más diré esa frase nunca nunca nunca)
- Profe ¿a dónde va a bailar? .... - no voy a bailar ..... (silencio angustioso con cara de pena) ... - pero no es tan vieja!
Esto de jugar a ser docente me está quitando progresivamente la juventud, algunos sostienen que la había perdido antes, otros que simplemente exagero. Yo creo que simplemente soy boba.
Viaje de Soma
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