De por qué votar a Telerman y otras cosas lindas de la política porteña

Ya lo saben mis amigos, se los he contado, vivo en un barrio moderno. Si. Es verdad, esto tiene pro y contra. ¿Suelo ver sólo los contras? Puede ser, no hace falta ser específicos.
Estamos en época de elecciones mis amigos porteños, con jefe de gobierno en puerta y campaña. Miles de afiches empapelan la ciudad y debemos cruzarnos con el color supernatural de Lilita Carrio y su opción más que oposición. No digo que el photoshop no ayude a algunas, pero puedo afirmar que el naranja furioso es más propio de Jessica Cirio que de la candidata. Y seamos sinceros, todos y cada uno de los afiches tiene a pie de página alguna alusión a nuestro queridísimo y repavimentador Telerman. Podemos agregar a la lista las piezas que nos recuerdan lo maravilloso de la gestión Telerman. Todos podríamos gritar al unísono Telerman lo hizo, pero como no tiene mucho pelo queda medio fuera de contexto. Lo que me lleva al tema central de este escrito. Al doblar cada esquina, en la calle más oscura, bajo un puente o sobre él, la brillosa cabeza del candidato nos ciega con su luz. Teman a Telerman más que al gran hermano!! El llegó para quedarse y nos observa…
En la esquina de mi casa (en el barrio moderno) había una plazoleta. Su lugar pasó a ser ocupado por una tapera que calmadamente me informa lo linda que va a quedar luego de ser tocada por la vara de campaña. Fecha de finalización del proyecto mis amigos: Julio 2007.
Sépanlo. En el lugar donde estaba esa plaza a la que llevaba a su perro hay una tapera. Misterioso buenos aires tapado por carteles de un naranja casi más fuerte que la piel de Carrio. Tómese su tiempo mi amigo, lea la fecha de conclusión del proyecto. No va a llevar más de diez minutos. Cinco si lee rápido, no sé. El punto es este, este que usted ya supone.

Afrancesado
Cool
Moderno
Pelado
Cabezón
Repavimentador
El ángel de las plazas

Llámenlo como quieran pero…
Hay que votar a Telerman. Es así. Quiero mi plaza terminada. Quiero mi vereda terminada. Quiero dejar de embarrarme. Quiero a Telerman. (acabo de vender mi alma).

Entendiendo cada día más

Cuzco