Me confieso
En los últimos tres años modifique cuestiones importantes en mi vida. Lejos esta el diván del psicólogo, no mis amigos, hablo de cuestiones sencillas y practicas. Sin faltar a la verdad puedo decir que modifique mis hábitos alimenticios y en gran medida mis hábitos sexuales. Y puedo dar fe de que el cambio ha sido favorable.
Últimamente he decidido probar cosas nuevas. Debo confesar que al principio el hecho de que debiera enchufarse me intimidaba, la electricidad es algo que respeto, obviamente. Pero pasados los temores iniciales y mas puntualmente, al sentir ese dulce calor en el pecho, no pude mas que regocijarme de alegría.
Cuantos años de mi vida desperdiciados…
Cuantos momentos en los cuales podría haber sentido ese calor… cuantas necesidades podrían haber sido cubiertas…
Gracias a dios hay quienes dicen que nunca es tarde. Cuanta verdad en una simple frase.
No mis amigos, lejos de mi una reunión taper sex, no hablo de kilométricos consoladores luminosos. No.
La próxima vez que el cielo se cierre sobre mí, en una noche oscura y solitaria. La próxima vez que el viento golpee mi ventana insistentemente haciéndome temblar hasta los huesos. La próxima vez mis amigos, no saldré a enfrentarlos, no enfundare mi cuello en sendas bufandas. No.
La próxima vez, yo me quedo en casa con una manta eléctrica.
En los últimos tres años modifique cuestiones importantes en mi vida. Lejos esta el diván del psicólogo, no mis amigos, hablo de cuestiones sencillas y practicas. Sin faltar a la verdad puedo decir que modifique mis hábitos alimenticios y en gran medida mis hábitos sexuales. Y puedo dar fe de que el cambio ha sido favorable.
Últimamente he decidido probar cosas nuevas. Debo confesar que al principio el hecho de que debiera enchufarse me intimidaba, la electricidad es algo que respeto, obviamente. Pero pasados los temores iniciales y mas puntualmente, al sentir ese dulce calor en el pecho, no pude mas que regocijarme de alegría.
Cuantos años de mi vida desperdiciados…
Cuantos momentos en los cuales podría haber sentido ese calor… cuantas necesidades podrían haber sido cubiertas…
Gracias a dios hay quienes dicen que nunca es tarde. Cuanta verdad en una simple frase.
No mis amigos, lejos de mi una reunión taper sex, no hablo de kilométricos consoladores luminosos. No.
La próxima vez que el cielo se cierre sobre mí, en una noche oscura y solitaria. La próxima vez que el viento golpee mi ventana insistentemente haciéndome temblar hasta los huesos. La próxima vez mis amigos, no saldré a enfrentarlos, no enfundare mi cuello en sendas bufandas. No.
La próxima vez, yo me quedo en casa con una manta eléctrica.
Cuzco
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